14/3/14

Entrevistas Aventureras: Mario Montoro


Seguimos con la serie de entrevistas aventureras a personas que un día decidieron que el mundo no terminaba al final del camino entre casa y el trabajo, e ingresaron en el club de aquellos que quieren ver las cosas con sus propios ojos, imaginar el camino y después hacerlo, para volver y contárnoslo. Ese club te atrapa y difícilmente vuelves a subirte a tu coche o tu moto pensando que el camino es sólo el que conoces de tus viajes habituales.
 
Empezamos con Miquel Silvestre, y ahora continuamos con Mario Montoro, autor del libro A trompicones por África

Aquí nos cuenta su historia:








¿Qué es lo que te ha motivado a viajar?

Desde que tengo uso de razón (y de esto no hace mucho) mi poco apego al calor del hogar y las ganas locas de descubrir que había fuera de mi barrio, ciudad, comunidad, país y continente de nacimiento.


¿Cuál fue tu primer gran viaje?

Sin dudarlo, cuando me despacharon mis padres con apenas 12 años en un autobús a Frankfurt (Alemania) un verano; para que me aguantase mi emigrante y sufrida abuela.

Dos días intensos de viaje por carretera a tan tierna y manceba edad, atravesando España, Francia y parte de Alemania -que ahora que soy padre me parece una temeridad-, que lejos de ser un suplicio y un castigo por la distancia a recorrer, me hicieron disfrutar de una desconocida libertad y me permitieron descubrir lo fantástico y adictivo del contacto con ocasionales compañeros de viaje.


¿Qué es lo que nunca falta en la mochila de Mario Montoro? 

Nada que se pueda considerar especial: una navaja multiusos de una conocida marca suiza, un buff de repuesto, algo de comida, un bolígrafo Bic, un libro (si es para algunos días) y, cuando me acuerdo, una cámara de fotos.


¿Preparas los viajes con todo detalle o eres de los que se marcan un destino y lo va cambiando a medida que avanzas?

Reconozco que soy un desastre y lo dejo todo un poco en el aire y para última hora. Marco el punto, imagino el camino y luego…que sea lo que Buda quiera.


En tu libro A Trompicones por África (ATXA), nos cuentas tu viaje desde Granada hasta el desierto del Teneré. ¿Por qué hasta ese lugar?

Porque una vez escuché la fantástica historia de un árbol perdido en tan remoto lugar y quise ser el primer motero ecológico de mi populoso barrio.

Además, las mejores imágenes que tengo de los dakares de antaño, aquellos que me hicieron soñar despierto, tenían este inabarcable desierto como punto ineludible con la AVENTURA con mayúsculas.


¿Qué vehículo utilizaste y cuál fue el motivo por el que te decidiste por éste?

Pues como todos saben muy bien, o espero que algún día sepan con la lectura de mis andanzas por África: una maravillosa e indestructible moto del siglo pasado. Mi fiel Reina o Yamaha XTZ 600 Teneré

Y el motivo es  fácil,  porque no conozco ningún otro vehículo que haya caído en mis manos (hasta que inventen la máquina del tiempo) que te dé tanta libertad cuando viajas y un contacto tan directo con el medio y las gentes que te salen al encuentro.

Proporcionándote sin esfuerzo y casi sin buscarlo, increíbles e indescriptibles sensaciones que yo no he logrado alcanzar  con otros medios de transporte o desplazamiento, tanto individuales  como colectivos.




En tu aventura, te acompañaron varias personas. ¿Todos ibais en moto? ¿Viajabas en caravana o cada uno se movía de forma independiente?

En un principio ésa era la sana intención, ir todos en moto; pero el siempre caprichoso destino quiso que se unieran –a última hora- un par de 4x4, para ampliar horizontes y metas,  convirtiendo este proyecto en el camarote de los hermanos Marx pero en versión africana.

Por días, pero lo habitual era tener señalados unos puntos de encuentro y control y luego salir a toda pastilla a comernos las pistas, cada uno por su cuenta y con plena independencia de movimientos. Normalmente primero las motos y luego un rato después los 4x4.


En tu libro detallas tu experiencia de una forma muy amena en este viaje, y aunque no sale en el libro, un pajarito nos ha chivateado que te pasó algo con una hiena. ¿Hay alguna anécdota divertida que nos puedas contar, a parte de ésta?

Jajaja. Ésa es buena, la anécdota con la hiena, pero corresponde a un viaje posterior (unos años después) al increíble delta del Okavango (Botswana).

Pero bueno, una que recuerde con especial cariño aunque al resto de las motos en su momento no les hizo mucha gracia, por el rapapolvos que les cayó encima. Quizás aquella del control policial que me salté rumbo a Nema (Mauritania), harto de tantas molestas paradas, y que por poco no acaba con un par de tiros por la espalda y todos en prisión, por semejante desplante al incrédulo representante de la autoridad competente. 


Dicen que cuando haces una aventura de este tipo, en las personas se produce un cambio a nivel personal. ¿Qué supuso para ti realizar este viaje?¿Te ha cambiado la vida de algún modo?

Este viaje para mí supuso la culminación de un sueño largamente perseguido y la seguridad (para futuros viajes y aventuras) de que sin ser fácil, esta forma de viajar tan ajustada y poco encorsetada, tampoco es imposible.

No sólo mi vida sino la forma de entender el mundo que me rodea y que me ha tocado vivir.
 
Siempre cuento, al que me quiera escuchar, que me permitió descubrir que sin nada se puede ser muy feliz y que la sonrisa (tan cara en esta aséptica y distante sociedad) es el mayor de los tesoros en estos lugares y para el viajero una tarjeta de visita que te abre muchas puertas y soluciona muchos problemas.
 
Y luego encima, y como consecuencia de la posterior publicación del libro sobre el viaje, me ha permitido conocer a un montón de gente extraordinaria y sitios maravillosos que de otra forma me hubiesen pasado de largo.  




En el Desafío en las Dunas los equipos atravesarán Marruecos bajando de norte a sur hasta Merzouga. Para preparar tu viaje entrenaste un tiempo por esta zona. ¿Qué consejos darías a los participantes?

Primero que jamás entrenen en Marruecos en agosto, como hicimos nosotros, porque puede ser el principio del fin de su aventura.

Y aunque quien me conoce bien sabe que no soy muy amigo de dar consejos infalibles, ni moralinas viajeras, sencillamente les diría que tenga “algo” de sentido común y que se lancen sin complejos a disfrutar de todo lo que se les ponga por delante, sin mirar ni una sola vez el reloj y el móvil.


¿Alguna recomendación en Marruecos? Comida, sitios que ver, cosas que hacer...

Pues me pasa igual que con los consejos, que creo sobran las recomendaciones cuando hay tanto por descubrir.
 
Pero bueno… yo les diría humildemente que no dejen de deleitarse con la exquisita gastronomía del país, que va más allá del famoso: cuscus, tayin y el cordero y que prueben a pedir –sin miedo- por ejemplo: el falafel, la sabila, la pastela, la nafisa, etc,etc todo  acompañado del exquisito pan marroquí.

Que mientras avanzan en su aventura descubriendo el medio Atlas rumbo al desierto, no dejen de tomarse un té verde -de los muchos que les ofrecerán- en cualquier población sin nombre y que disfruten del contacto con las gentes. Y que una vez alcanzada la meta en Merzouga, busquen la duna más alta y  lejana y desde su cima y en silencio prueben a escuchar la voz del desierto porque les sorprenderá la de cosas que cuenta.
 
Y llegada la noche tanto si se sienten cansados –por un duro día de prueba- como si no, que experimenten  lo que es  tumbarse en la arena, y mirar para arriba. Les aseguro que descubrirán un firmamento infinito y negro cargado de luz y de historias.


¿Cuales son tus proyectos futuros? 

Tengo muy avanzado un precioso y apasionante proyecto en moto a un continente que empieza por A y acaba en A. Pero desgraciadamente hasta que no aparezca un generoso filántropo o agresivo fondo de inversión nacional o extranjero, que me permita cuadrar el presupuesto, permanecerá en la carpeta de EXPEDIENTES VIAJEROS X.
 
No obstante sigo viajando intensamente y virtualmente gracias a las crónicas de viajes y libros de buenos amigos viajeros.

¿Te he hablado de Diario de un Mosquito? ¡Cuando salga te lo recomiendo! Jajaja. Dicen que después del ATXA marcará un antes y un después en las ventas de vehículos de cilindradas pequeñas para aventuras grandes.




Mas información de este escritor y aventurero:  http://www.atrompiconesporafrica.com
(Buscalo en FB y contagiate del virus: ATXA)





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